En Tlacolula de Matamoros, Oaxaca se elaboran las nieves típicas
reconocidas por las texturas, colores que combinan, además se caracteriza por
sus ingredientes naturales. Su innovación consiste en sus sabores singulares que deleitan a
propios y visitantes.
En Tlacolula las familias heredan de generación en
generación las recetas de los sabores clásicos de leche con tuna y sorbete pero
también hay creaciones de zanahoria,
uva, coco, nuez y las de queso con zarzamora y nache con crema.
Concluyente emprendedora: La identidad corporativa sí importa.
Un producto puede ser bueno pero si no es recordado,
guardado en la memoria, se perderá en el universo de productos que se ofertan
en el globalizado mercado.
Tlacolula de Matamoros es famoso por su tianguis, su
deliciosa barbacoa y las exquisitas nieves. Precisamente este mercado, el de
las nieves es demasiado competitivo. Así lo comenta Erick Ramírez Flores.
Recordando los inicios de la empresa, nuestro entrevistado
indica que su padre allá por los años 60 incursionó en la venta de nieves.
Inició en un triciclo comercializando dos o tres sabores, conforme su
reputación como nevero se iba afianzando, innovó con otros sabores haciendo de
ellos su ventaja competitiva.
Erick y su esposa Sinai Méndez Altamirano, son parte de la
segunda generación que ha hecho de las nieves su trabajo cotidiano y colaboran
con el fortalecimiento de la Nevería Araceli y su creación de nuevos sabores,
contando ya en su haber poco más de 60.
La característica de ésta segunda generación precisamente
busca expandir los horizontes del producto, hacer que el cliente además de
recordar la nieve en su paladar, también lo haga en la mente. Tienen como
misión diferenciarse entre la competencia. Igualarse a ese rayito de luz en un
panorama uniforme, en gris, de la venta de nieves. Como generación joven,
resulta curioso saber de qué manera éste matrimonio emprendedor logra romper
con ese velo paternalista que la empresa se encontraba. Erick bromea diciendo
que es mejor “Pedir perdón que pedir permiso” para aventarse a la
transformación visual de Nevería Araceli.
Ambos jóvenes de profesión comunicólogos, gracias a sus
estudios profesionales, han determinado la importancia de no solo presentar un
producto innovador y de calidad, la identidad es una parte clave.
Identidad Corporativa es la imagen o percepción que una
persona tiene sobre una empresa y/o marca y la cual está compuesta por ciertos
criterio que van desde la creación del logo, el nombre, papelería, slogan,
página web, tipografía.[1]
La identidad corporativa no es hacer estética la empresa más
bien se centra en la idea de darle vida y personalidad a la empresa, concepto
claro para Erick y Sinai. Esta pareja de jóvenes emprendedores expresa
claramente que si una empresa se encuentra organizada físicamente y en papeles
(manuales, logotipos, etc) atrae más beneficios, es un valor agregado a su
producto y también tienen acceso a otras oportunidades. Con una imagen bien
desarrollada la mente del consumidor identifica prontamente el producto –queda
en el inconsciente- y es capaz de asociar un sentimiento con la imagen.
Pero ¿qué nieve fue?-llegará a preguntar el oyente- allá en Tlacolula hay muchas neverías.
En ese momento el subconsciente enviará a la memoria el logotipo de la empresa.
Son las nieves que tienen una mujer vestida con un traje típico.
Puede ser que el nombre no venga inmediatamente a la cabeza pero eso sí, la imagen, será un recuerdo difícil de erradicar.
Otra ventaja contraída al darle a nuestra empresa una imagen
corporativa, es transmitir a los consumidores nuestros valores, una percepción.
También damos un paso adelante con los competidores, creamos distinción y
nuestra imagen se vuelve atemporal, es decir, no pasa de mona conforme al
tiempo, por el contrario, permanecerá única.
A pesar de que la empresa se encuentra consolidada mucho
antes de que Erick y Sinai asumieran ciertos roles dentro de la misma, a ellos
les denominamos emprendedores por el hecho de incursionar en el mercado de la
Ciudad de Oaxaca; afrontan los NO: No va a resultar, no hay mercado. El miedo
siempre esta. “El No ya lo tenemos seguro, busquemos el sí”.
Así es en esta nueva incursión geográfica de su producto,
así en la elaboración de productos. Perder el miedo a los que pueda pasar
después. Todo requiere de pruebas, así como las nieves en el proceso de
creación de un nuevo sabor. Se necesita experimentación, si algo no sale a la
primera, se insiste. Se insiste en el sabor, en realizar los anhelos de cubrir
la necesidad y deseo de expansión. Ambos han empezado a abrir el telón que cubre
el panorama próspero del esfuerzo, el alcance de las metas. Buscan espacios en
ferias, participando en otros espacios; construir la vereda hacía sus sueños:
Abrir su local en la Ciudad de Oaxaca, comercializar en otro estado.
Desde una perspectiva ajena a los emprendedores de la
nevería –Erick y Sinai-, auguramos el cumplimiento de sus metas. Al platicar
con ellos, su actitud de confianza y seguridad en su producto, no deja duda en
que logren sus objetivos tan claros y firmes que se han planteado.
Al iniciar su nueva vida como pareja, estos jóvenes también
tienen intenciones de dar un giro de 180 grados a esa pequeña sucursal que
atienden de Nueva Aracely. Las bases de ese giro se sostienen en tres puntos:
Dios, Amor y Trabajo personalizado.
Sinai comenta que sin el respaldo de Dios, ellos no confían
Él, el trabajo no sería tan redituable- en sus diversos aspectos-. Así mismo,
la mancuerna de amor y trabajo personalizado les permite a ellos retroalimentar
su espíritu: el orgullo de hacer algo con sus propias manos. Ellos acostumbran
a dar degustaciones, de esa manera además de atraer la atención del cliente,
ellos miden la aceptación de los sabores pero, más que nada, la reacción que
resulta de probar sus nieves premia todo el trabajo realizado.
Son los propios dueños del negocio quienes atienden y
conservan esa tradición de servir las nieves con cuchara, de atender a las
personas logrando empatizar con sus consumidores, saber que regresan a comprar
sus nieves, es una sensación indescriptible e invaluable.
Erick y Sinai se sienten orgullosos de su producto, desde la
transformación de insumos de alta calidad
y propios del estado, hasta esa
promoción de boca a boca realizada por los clientes satisfechos de probar
nieves deliciosa; pero sobretodo, de ser propietarios de su propio tiempo, de
trabajar hombro a hombro con sus seres
queridos y aunque los sacrificios no se exentan de su actividad diaria, los
beneficios son superiores, y por eso disfrutan hacer su trabajo.
Estos jóvenes no han dejado de lado su profesión como
comunicólogos, realizan trabajos de freelance y se apoyan de sus conocimientos
para mejorar la imagen corporativa de Nevería Aracely pues es sin duda, su
mayor pasión por convertir tradición, cultura, arte en nieve.
Nieves Aracely es sinónimo de amor: al trabajo, a las
nieves, entre ellos mismos.
La pareja menciona: “Sí dos se besan cambia el mundo; cuando dos están de acuerdo, el mundo
cambia.”
Erick y Sinai al darle mayor realce a su empresa a través
del fortalecimiento de una imagen empresarial e incursionar en otros mercados, son EMPRENDEDORES
Agradecemos a Erick y Sinaí por darnos la oportunidad
de conocer su trabajo, darse el tiempo de participar en éste proyecto.
Les deseamos mucho éxito.
Agradecemos a Erick y Sinaí por darnos la oportunidad
de conocer su trabajo, darse el tiempo de participar en éste proyecto.
Les deseamos mucho éxito.
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