miércoles, 18 de noviembre de 2015

Entrevista con Erick y Sinai, emprendedores en Nevería Araceli

En Tlacolula de Matamoros, Oaxaca se elaboran las nieves típicas reconocidas por las texturas, colores que combinan, además se caracteriza por sus ingredientes naturales. Su innovación consiste  en sus sabores singulares que deleitan a propios y visitantes.

En Tlacolula las familias heredan de generación en generación las recetas de los sabores clásicos de leche con tuna y sorbete pero también hay creaciones  de zanahoria, uva, coco, nuez y las de queso con zarzamora y nache con crema.

Concluyente emprendedora: La identidad corporativa sí importa.

Un producto puede ser bueno pero si no es recordado, guardado en la memoria, se perderá en el universo de productos que se ofertan en el globalizado mercado.

Tlacolula de Matamoros es famoso por su tianguis, su deliciosa barbacoa y las exquisitas nieves. Precisamente este mercado, el de las nieves es demasiado competitivo. Así lo comenta Erick Ramírez Flores.

Recordando los inicios de la empresa, nuestro entrevistado indica que su padre allá por los años 60 incursionó en la venta de nieves. Inició en un triciclo comercializando dos o tres sabores, conforme su reputación como nevero se iba afianzando, innovó con otros sabores haciendo de ellos su ventaja competitiva.

Erick y su esposa Sinai Méndez Altamirano, son parte de la segunda generación que ha hecho de las nieves su trabajo cotidiano y colaboran con el fortalecimiento de la Nevería Araceli y su creación de nuevos sabores, contando ya en su haber poco más de 60.

La característica de ésta segunda generación precisamente busca expandir los horizontes del producto, hacer que el cliente además de recordar la nieve en su paladar, también lo haga en la mente. Tienen como misión diferenciarse entre la competencia. Igualarse a ese rayito de luz en un panorama uniforme, en gris, de la venta de nieves. Como generación joven, resulta curioso saber de qué manera éste matrimonio emprendedor logra romper con ese velo paternalista que la empresa se encontraba. Erick bromea diciendo que es mejor “Pedir perdón que pedir permiso” para aventarse a la transformación visual de Nevería Araceli.

Ambos jóvenes de profesión comunicólogos, gracias a sus estudios profesionales, han determinado la importancia de no solo presentar un producto innovador y de calidad, la identidad es una parte clave.
Identidad Corporativa es la imagen o percepción que una persona tiene sobre una empresa y/o marca y la cual está compuesta por ciertos criterio que van desde la creación del logo, el nombre, papelería, slogan, página web, tipografía.[1]

La identidad corporativa no es hacer estética la empresa más bien se centra en la idea de darle vida y personalidad a la empresa, concepto claro para Erick y Sinai. Esta pareja de jóvenes emprendedores expresa claramente que si una empresa se encuentra organizada físicamente y en papeles (manuales, logotipos, etc) atrae más beneficios, es un valor agregado a su producto y también tienen acceso a otras oportunidades. Con una imagen bien desarrollada la mente del consumidor identifica prontamente el producto –queda en el inconsciente- y es capaz de asociar un sentimiento con la imagen.

Probablemente alguien transcurrido los días, meses o incluso años, recuerde un momento familiar
disfrutando una deliciosa nieve de pay de limón o besos de cenicienta y relate a un familiar o amigo lo bien que lo pasó en Tlacolula.

Pero ¿qué nieve fue?-llegará a preguntar el oyente- allá en Tlacolula hay muchas neverías.
En ese momento el subconsciente enviará a la memoria el logotipo de la empresa.
Son las nieves que tienen una mujer vestida con un traje típico.
Puede ser que el nombre no venga inmediatamente a la cabeza pero eso sí, la imagen, será un recuerdo difícil de erradicar.
Otra ventaja contraída al darle a nuestra empresa una imagen corporativa, es transmitir a los consumidores nuestros valores, una percepción. También damos un paso adelante con los competidores, creamos distinción y nuestra imagen se vuelve atemporal, es decir, no pasa de mona conforme al tiempo, por el contrario, permanecerá única.

A pesar de que la empresa se encuentra consolidada mucho antes de que Erick y Sinai asumieran ciertos roles dentro de la misma, a ellos les denominamos emprendedores por el hecho de incursionar en el mercado de la Ciudad de Oaxaca; afrontan los NO: No va a resultar, no hay mercado. El miedo siempre esta. “El No ya lo tenemos seguro, busquemos el sí”.

Así es en esta nueva incursión geográfica de su producto, así en la elaboración de productos. Perder el miedo a los que pueda pasar después. Todo requiere de pruebas, así como las nieves en el proceso de creación de un nuevo sabor. Se necesita experimentación, si algo no sale a la primera, se insiste. Se insiste en el sabor, en realizar los anhelos de cubrir la necesidad y deseo de expansión. Ambos han empezado a abrir el telón que cubre el panorama próspero del esfuerzo, el alcance de las metas. Buscan espacios en ferias, participando en otros espacios; construir la vereda hacía sus sueños: Abrir su local en la Ciudad de Oaxaca, comercializar en otro estado.

Desde una perspectiva ajena a los emprendedores de la nevería –Erick y Sinai-, auguramos el cumplimiento de sus metas. Al platicar con ellos, su actitud de confianza y seguridad en su producto, no deja duda en que logren sus objetivos tan claros y firmes que se han planteado.

Al iniciar su nueva vida como pareja, estos jóvenes también tienen intenciones de dar un giro de 180 grados a esa pequeña sucursal que atienden de Nueva Aracely. Las bases de ese giro se sostienen en tres puntos: Dios, Amor y Trabajo personalizado.

Sinai comenta que sin el respaldo de Dios, ellos no confían Él, el trabajo no sería tan redituable- en sus diversos aspectos-. Así mismo, la mancuerna de amor y trabajo personalizado les permite a ellos retroalimentar su espíritu: el orgullo de hacer algo con sus propias manos. Ellos acostumbran a dar degustaciones, de esa manera además de atraer la atención del cliente, ellos miden la aceptación de los sabores pero, más que nada, la reacción que resulta de probar sus nieves premia todo el trabajo realizado.

Son los propios dueños del negocio quienes atienden y conservan esa tradición de servir las nieves con cuchara, de atender a las personas logrando empatizar con sus consumidores, saber que regresan a comprar sus nieves, es una sensación indescriptible e invaluable.
Erick y Sinai se sienten orgullosos de su producto, desde la transformación de insumos de alta calidad
y propios del estado, hasta esa promoción de boca a boca realizada por los clientes satisfechos de probar nieves deliciosa; pero sobretodo, de ser propietarios de su propio tiempo, de trabajar hombro a   hombro con sus seres queridos y aunque los sacrificios no se exentan de su actividad diaria, los beneficios son superiores, y por eso disfrutan hacer su trabajo.

Estos jóvenes no han dejado de lado su profesión como comunicólogos, realizan trabajos de freelance y se apoyan de sus conocimientos para mejorar la imagen corporativa de Nevería Aracely pues es sin duda, su mayor pasión por convertir tradición, cultura, arte en nieve.

Nieves Aracely es sinónimo de amor: al trabajo, a las nieves, entre ellos mismos.

La pareja menciona: “Sí dos se besan cambia el mundo;  cuando dos están de acuerdo, el mundo cambia.”

Erick y Sinai al darle mayor realce a su empresa a través del fortalecimiento de una imagen empresarial e incursionar en  otros mercados, son EMPRENDEDORES


Agradecemos a Erick y Sinaí por darnos la oportunidad 
de conocer su trabajo, darse el tiempo de participar en éste proyecto.
Les deseamos mucho éxito.




[1] Merca 2.0 www.merca

No hay comentarios.:

Publicar un comentario