viernes, 3 de julio de 2015

Entrevista con Lucero y Rubí López Díaz, emprendedoras de Xhuladii Chocolates

Concluyente emprendedora: Minimalismo y Adaptación, filosofía de vida, de emprendimiento.

Esta entrevista en particular me ha dejado un gran sabor de boca y no lo menciono por el hecho de
que nuestras entrevistadas hayan fincado su empresa utilizando chocolate, sino porque realmente Lucero y Rubí, aparte de hacer una fabulosa mancuerna, son de ese tipo de personas que por ningún motivo se deben dejar de lado, exhalan hasta por los poros vibra positiva.


Por: Redacción Red Noticias

Lucero Abigail López Díaz se graduó como Licenciada en gastronomía en la Universidad Anáhuac campus Oaxaca. Durante una de sus clases, específicamente "Chocolatería",  en su último año como estudiante, junto con algunos de sus compañeros, presentó el proyecto de chocolates rellenos con ingredientes originales; desde ese momento, se instala la idea de crear una empresa comercializadora de ese producto.

Transcurre el tiempo, Lucero se gradúa y labora en otros lados empero la idea continuaba dando tumbos en la cabeza esperando el momento para materializarla. En un principio Lucero tuvo una socia con quien pudo establecer las bases para la empresa. Trabajaron codo a codo, mano a mano para darse a conocer entre sus compañeros y posteriormente entre más personas. Por circunstancias ajenas a una de nuestras entrevistadas, su socia a mediados del 2012, tuvo que separarse del proyecto para hacerse cargo de una empresa familiar. Posteriormente su hermana Rubí se unió a la construcción de la empresa. Pero, ¿En qué consiste la idea de Lucero?

Lucero nos cuenta que adora hacer su trabajo, la combinación de sabores, el manejo del chocolate. Sí, sí, sí. Cualquier repostero puede hacer un chocolate relleno, pero no cualquiera tiene la idea de conceptualizar a Oaxaca y meterlo dentro de un chocolate.

¿Cómo puede ser posible eso?

Podría ser incomprensible meter arte, sabor, color, cultura. Tal vez nadie lo pudiera haber pensado pero créanme que Chocolates Xhuladii es eso, es comerse a Oaxaca.

Lucero  y compañía no solamente crean un producto original en relación a la combinación de sabores, sus chocolates generan recuerdos, engloban cultura, describen arte; transforman todo un estado, parte de su historia, tradiciones, gastronomía, en un pequeño trozo de cacao derretido.

Al cuestionar a las hermanas acerca de la unión que tienen ellas con su empresa y la motivación que tienen para crear éste tipo de producto, ambas se tomaron un momento para pensar y casi al unísono respondieron: El amor a Oaxaca.

Un amor representado en el arte de fundir el chocolate, de rellenarlos con sabores característicos, propios del estado, empacarlos en artesanías hechas con manos oaxaqueñas, comercializarlos proclamando a los cuatros vientos el origen zapotecos (Xhuladii) y finalmente, explicando al comensal los orígenes del relleno invitando a recrearse en nuestro folklórico estado a través del paladar.

Xhuladii es una palabra zapoteca que significa chocolate. Xhuladii Chocolates es el nombre de la empresa, comercializa chocolates rellenos con sabores oaxaqueños como chapulín, mole, mezcal, chicatana, pinole, téjate, curado de ciruela, tuna roja y algunos otros rellenos tradicionales como café, mango, rompope, cardamomo, maracuya y cajeta. Son empacados en artesanías fabricadas con palma.

Una idea original que ha sido reconocida por 3 premios: el premio municipal “Emprendedor es-innovación”, Auto empleo juvenil  y posteriormente el premio estatal “Emprendedores”. Ambos niveles de gobierno destacaron lo grandioso del proyecto apoyando económicamente a Xhuladii Chocolates. Dicho apoyo ayudo a la empresa a equiparse, fueron la luz en momentos de preocupación cuando los recursos económicos se agotaban, cuando no había ventas.

A diferencia de otras personas, Lucero no sintió desánimo ni inseguridad frente a esta situación. Gracias a su filosofía de vida, ella junto con su hermana, son personas que no miran las dificultades en su camino, siempre retos, siempre explotando su creatividad.

Como mencioné al principio de éste relato, la compañía de Lucero y Rubí no es repelente, muy por el contrario, no paran las risas, ideas imaginativas y esa complicidad en ocasiones rara entre hermanas. No solo tienen parentesco, son compañeras de trabajo, jefe y subordinado, dueñas. Esa relación constante sí causa fricciones pero son tan insignificantes que se resuelven llendose cada quien por su lado para después nuevamente echar a reír. Ambas tienen en claro separar la relación familiar de la laboral. Para el éxito de una empresa familiar, la piedra angular recae en la relación que traigas desde el seno familiar, si es buena, no es difícil, es cuestión de ser abiertos, de respetar opiniones de dar confianza.

Lucero antes de aventurarse a implantar en la realidad su idea, trabajo en un restaurante en el área de Buffet, ahí aprendió precisamente la importancia de tomar en cuenta las opiniones, ya que existen muchas ideas y si las consideras puedes mejorar y diversificarte.

Esta apertura es reflejo de su personalidad. Lucero se muestra como una persona sencilla, libre, capaz de desenvolverse positivamente hasta en el medio hostil, una sensibilidad por el contacto con la naturaleza y las personas la cual le permite transmitir a su producto y todo su proceso ese respeto, garantía de calidad y pasión, reciprocidad de todo lo bueno que da y recibe.

Considero que su mayor reto fue conceptualizar una idea en un sabor, para ello, debió percibir con todos sus sentidos y así presentarlo en un relleno para el chocolate. Es descartar aquello que sobra para poder hacer sitio a las cosas que son importantes de verdad. Es ser minimalista.

Lucero explica que por el momento todo ha funcionado sacándole jugo al momento. Si necesita una
mesa, se consigue; si se requiere un mostrador, se plantea para un determinado tiempo e incluso se consigue antes, gracias al esfuerzo y su equipo de trabajo. Ni se frustra si las cosas NO INDISPENSABLES se encuentran o no en el momento y hora necesaria. Ser minimalista es dejar de lado el consumismo, dejar de ir como borregos, siguiendo la tendencia de las masas para centrarse en lo esencial, en la identidad real de todo. En vivir, en centrarse realmente en la vida. Eso ofrece Lucero y Rubí, eso representa Xhuladii. Independientemente de la comercialización, ellas ofrecen experiencias, recuerdos. Dicen que su mayor recompensa es la expresión de las personas al probar sus chocolates, la expresión en general que va desde una frase de reconocimiento hasta las lágrimas, gritos, brincos y cualquier acción que denote haberse sumergido en recuerdos tras probar los chocolates rellenos con el misticismo oaxaqueño.

Ambas hermanas, sorprendidas relatan que en una ocasión, durante su presentación en otro estado de la república, una pareja probó los chocolates rellenos de téjate  y fue tal su conexión con una de sus vivencias que ambos derramaron lágrimas dejando estupefactas a sus creadoras. La razón, con  el sabor, las personas recordaron una pedida de mano al estilo puro de las costumbres oaxaqueñas, con todo y téjate.

Y de verdad, esa sensación que sienten ellas al mirar esas expresiones, ese agrado porque las personas prueben y gusten hasta las lágrimas de su producto, es una sensación imposible de plasmar en papel, en éste relato. Es de igual manera un gozo saber que su producto es adquirido para dárselo a una persona especial, dando esa categoría única y diferenciaría a los chocolates Xhuladii.
Nos alegramos porque es algo bueno, comenta Lucero, nos felicitan y obviamente le damos crédito a quienes realizan el trabajo, a todo el equipo: Rubí, Rocío, señora Carmen.

Sin duda esa explosión de emociones conlleva tras bambalinas un gran esfuerzo, una selección concienzuda basada en esa filosofía minimalista y estratégica como valor único y agregado al producto, su ventaja competitiva. Es decir, me refiero a la selección prolija de proveedores y productos insumo.

Lucero comenta que con ayuda de la señora Carmen han efectuado convenios con artesanos, también han contactado agricultores quienes les proveen de insumos orgánicos y procedentes de la región del estado al cual representan mediante el sabor.  Además de la estrategia para conservar integro el sabor, Lucero se siente satisfecha por contribuir a darles trabajo a las personas de dichas regiones y quienes realmente lo necesitan.

Eso sucede con el cacao, las cajitas de artesanías,  los chapulines, chicatanas, etc. Todo se basa en el respeto, recalca ella, en el respeto al sabor, a los procedimientos-estandarización-, personas.
Es un beneficio compartido, reitera: logramos encapsular a Oaxaca en un producto con su sabor, artesanía, procedencia (de diferentes partes de Oaxaca) de los ingredientes, eso da pie a explicar (verbalizar la cultura), las características étnicas de las personas y su modo de vestir, de vivir.
Lo más difícil que se ha topado con este proyecto, son las desveladas y el esfuerzo físico que hicieron al emprender el negocio ya que al principio el temperado del chocolate era manual, ahora gracias a esos estímulos municipal y estatal (premios) pudieron adquirir una temperadora que les ahorra tiempo y esfuerzo. También otro punto incierto que pudieron sufrir las emprendedoras de Xhuladii, fue esa contraposición de expectativa contra realidad. En este momento Xhuladii superó todas aquellas expectativas planteadas, todo para bien.

Esa idea implantada en la cabeza, trabajada desde una incubadora social de negocios, que vio la luz formalmente en el 2011, no todo el tiempo está pintada de color de rosa, tienen sus momentos de estancamiento principalmente en temporada baja pero el desánimo no surge, ese tiempo es utilizado por Rubí y Lucero para pensar, definir actividades, clientes, nuevos productos, anunciarse por todos los medios posibles, experimentar, hacer encuestas de degustación, preguntarle al turismo qué les gusta de Oaxaca. Hay mucho por hacer cuando las cosas se detienen, cuando no van como uno espera. “Ahí algo ésta pasando hay que ver qué y buscar cómo resolverlo. Resolverlo con creatividad”.

Hacemos hincapié nuevamente en la transmisión filosófica de la vida de Lucero y Rubí. El minimalismo es quitar de la cabeza, de la vida, todo aquello que desconecta de la misma vida, los hábitos que adormecen en lugar de despertar, de quitar lo que sobra y dejar todo lo que realmente se quiere. Esto implica atender las opiniones, aquellas críticas constructivas y olvidar lo negativo, las criticas lastimeras, esas no hay que hacerles caso. Las opiniones positivas ayudan a mejorar, a diversificar, más aún en un producto como este, al cual por tener un paladar diferente, a nadie le va a saber igual. Todos tendrán una experiencia distinta.

Independientemente de esa satisfacción por hacer un bien a otros, su empresa les ha dado a Lucero y Rubí, la posibilidad de administrar su tiempo a placer, realizar otras actividades, disfrutar, viajar, independencia económica, conocer personas, moldear y trabajar con las manos.
Estas hermanas son el granito negro en el arroz, no por malo, por la distinción de su persona frente al mundo homogéneo que las rodea, son únicas e inigualables, así como lo son su producto, los chocolates Xhuladii no tiene competencia, no puede ser catalogado como artesanía pero es artesanía, no es gastronómico pero a la vez sí, no es agroindustrial pero contiene ciertos elementos y es precisamente lo complicado de catalogarlo lo que le permite enfatizar sus ventajas y adaptarlas  como puntos a su favor, implica funcionar con eficacia en cualquier contexto, es la expresión mental de la capacidad para adaptarse y amoldarse a cambios,  alcanzar determinados objetivos cuando surgen dificultades, comprender los escenarios. Y hay que reconocer no es que el chocolate relleno sea el eslabón perdido, la idea revolucionaria que cambie el mundo, sino que su creadora hace de él la traducción de información de manera selectiva para modificar solo en ocasiones su forma, así encajar y cumplir con los objetivos fijados.

Es como comercializar una piedra y ofrecerla como pieza ornamental a un decorador de interiores, un 
asiento a un viajero cansado, un arma para aquella persona que sufre de inseguridad: versatilidad del producto. Todo está en función del cristal con el que mires, de mirar el contenido del vaso. Estar consciente de lo que tenemos, conocerlo y valorar las distintas posturas y puntos de vista encontrados. Es lo que llamamos la competencia del náufrago: sobrevivir y lograr la sobrevivencia de la empresa trabajando positivamente en épocas difíciles.

Xhuladii chocolates es una empresa que va viento en popa, ya no son desconocidos, son identificados tanto dentro del estado como fuera de este, cómo los chocolates rellenos de productos característicos de Oaxaca envueltos en cajita artesanal. Son conocidos también por sus múltiples participaciones en ferias, tianguis, eventos con HUB, Mano a Mano, expo ferias y ferias del mezcal.
Lucero y Rubí aman con todo su corazón a Oaxaca, y lo expresan dando vida a un chocolate, Creando esa gama de sabores que harán reír, llorar, disfrutar, recordar, comerse a Oaxaca.
Ambas sueñan con hacer crecer a su empresa, tener otros puntos de venta, más colaboradores, ser una gran empresa y les aseguro que lo lograrán.

Lucero y Rubí son unas grandes personas: amables, divertidas, íntegras, positivas y tal vez me aventure a decir inigualables, así como Xhuladii chocolates.

Lucero y Rubí son innovadoras y también son emprendedoras.



Biografía:

Lucero Abigail López Díaz nació el 18 de Julio de 1988 en Oaxaca de Juárez. Es Licenciada en Gastronomía egresada de la Universidad Anáhuac campus Oaxaca. No pertenece a ninguna asociación ni sindicato.

Rubí López Díaz nació en Oaxaca de Juárez el 17 de Octubre de 1986; es hermana menor de Lucero. Se graduó como Licenciada en Administración con la especialidad en Mercadotecnia. Actualmente colabora con Lucero en la elaboración, comercialización y promoción de los chocolates Xhuladii.
No pertenece a ninguna organización ni sindicato.

Xhuladii Chocolates


Misión: Xhuladii es una microempresa dedicada al diseño, creación, elaboración y comercialización de chocolate rellenos acercando el sabor de Oaxaca al paladar más exigente.

Visión: Ser una empresa líder a nivel nacional e internacional en la producción de chocolates rellenos de cultura y tradición oaxaqueña, ocupando el lugar privilegiado en la mente del consumidor gourmet.

Objetivo: Ser conocidos a nivel nacional como una empresa productora de artesanías comestibles para después incursionar en el mercado internacional.

Valores: Respeto al cliente y colaboradores, trabajo en equipo, puntualidad (pedidos), Amor por el trabajo.

Productos: Chocolates rellenos de sabores oaxaqueños como chapulín, mole, mezcal, chicatana, pinole, poleo, curado de ciruela, maracuyá, tuna roja; también hay de  cardamomo, café, mango, rompope, cajeta.

Datos de Contacto:
Dirección García Vigil 304 Col Centro, Plaza Bugambilia frente a Telmex. Oaxaca de Juárez, Oaxaca.
Teléfono: 9511857454
Correo electónico: xhuladii@gmail.com
Facebook Xhuladii chocolates
Twitter @xhuladii

Instagram Xhuladii

Consejos de Emprendedor a Futuro Emprendedor:
  • Creer en la idea. Enamorarse del proyecto. No de un amor enfermizo que todo lo ve perfecto, amor verdadero que acepta errores.
  • Busque apoyo en instituciones gubernamentales, asociaciones.
  • Meterse en todos lados, buscar y aprovechar todas las oportunidades que se den.
  • Disfrutar de su emprendimiento.
  • Como la gallina cacaraquea cuando pone un hueyvo, uno debe de dar a conocer a todo el mundo la aparición de nuestros nuevos productos.

Agradecemos a Lucero y Rubí habernos contagiado de alegría,
de ganas por seguir adelante y no mirar 
de forma negativa lo que
suceda en cualquier empresa.
Y por supuesto, de haber tenido la amabilidad
y el tiempo para participar en éste proyecto.
Redacción de Red Noticias

No hay comentarios.:

Publicar un comentario