viernes, 19 de junio de 2015

Entrevista con Tania García Martínez, emprendedora y fundadora de Instituto Mi Dulce Hogar

Concluyente emprendedora: El amor como fuente para alcanzar sueños y hacerlos crecer.


Personalmente realizó un énfasis en ésta entrevista. Independientemente de conocer a la fundadora de Instituto Mi Dulce Hogar, lo hago por el aporte emocional que ha brindado a mi persona, por generar en mí la confianza, tranquilidad y seguridad de saber que los pequeños reciben aprendizaje integral a través de valores y cariño. Gracias Licenciada Tania.

Por: Redacción Red Noticias

La experiencia del emprendimiento que en ésta ocasión presentamos, mantiene un tinte distinto de los presentados anteriormente. Obviamente no dejamos de lado el afán de luchar por cristalizar un sueño, sino tratamos de resaltar un enfoque distinto, tal vez poco mencionado del emprendimiento, un eslabón que une precisamente emprender con la familia y el aprendizaje.

Tania García Martínez es educadora. La labor de una educadora no es fácil, es uno de los contactos influyentes y directos que tiene un infante en sus primeros años de vida, en la edad de ser una pequeña esponja absorbente indiscriminadamente de todo lo que le rodea.

Como ya mencionamos, ser educadora no es tarea fácil. Educar significa acompañar, es decir, estar cerca de los pequeños, estar disponible, accesible, dejarles poco a poco hacer su camino aunque sea probando y arriesgando.
A diferencia de lo que comúnmente se dice de los maestros, que en la escuela se instruye académicamente y en el seno familiar se enseñan valores y buenas costumbres, la labor de las educadoras disiente de lo apenas mencionado pues ellas también coadyuvan a la formación adecuada y positiva de los pequeños individuos. Los educadores junto con los padres, siembran conocimientos, valores e indican las normas que como personas debemos seguir para pertenecer e ir construyendo una sociedad empática, recíproca, proactiva y positiva.
Nuevamente recalcamos, no es una labor fácil pues el contacto con la niña o el niño no se limita a cuidarlo para que no se lastime, a entretenerlo para que sus padres puedan realizar sus labores. Es mucho más complejo. El contacto que las educadoras tienen, implica el moldeamiento de la futura mujer o el futuro hombre, es el cuidado para que un árbol crezca derecho o se perfile chueco.
Tania García lo sabe a la perfección. Ella además de contar con los conocimientos académicos necesarios para enfrentar éste reto profesional, personal y social, sabe el compromiso que conlleva ser educadora; lo sabe y asume el reto con amor. Ella, junto con su grupo de trabajo, se esfuerza en fomentar y mantener en las niñas y los niños el deseo de conocer, el interés y la motivación de aprender –en todos los sentidos, como estimulación temprana, cognoscitiva y académica-. Su motivación, el amor y el gusto por la enseñanza.

A través de diferentes técnicas y actividades, apoyan a los infantes a desarrollar sus competencias,
orientándolos  a superar las dificultades de acuerdo a su edad, siempre siendo cariñosos y comprensivos. Apoyan al educando a aumentan su autoestima propiciando pueda expresarse, haciéndolos sentir persona, pequeñitas, pero personas sintientes, pensantes y con la capacidad de expresar ideas e inquietudes. Les dan el lugar y el valor a los niños que en muchas ocasiones, como sociedad, hemos hecho que se pierdan –en antaño un niño no tenía opinión ni valor hasta llegar a la vida adulta- o relegamos a un término inferior.
Queda claro la influencia de un educador en la edad temprana del individuo, en la importancia de la labor imprescindible en el proceso de crecimiento personal y preparación de la vida, en ayudarlos, estableciendo algunas bases para que enfrenten la realidad con mentalidad positiva y utilizar los conocimientos como herramientas para tener contacto con lo que les rodea y encuentren en ello, motivación.

Alguien tal vez se pregunte ¿Qué relación tienen lo descrito anteriormente con el emprendimiento? Si bien, la idea no es tanto explícita, la maraña del tema es apostar por la siguiente hipótesis:

Si a un pequeño individuo se le inyecta con lazos de valoración y estima, con enseñanza-
aprendizaje, con trabajo creativo, congruente y responsable, tiene en un futuro las posibilidades de ser un emprendedor

Los educadores son parientes cercanos a los niños, en algunos casos, el lugar donde asisten, su segundo hogar por el tiempo que pasan ahí, por la convivencia cotidiana, por la influencia que ejercen; ambos, padres/familia y educadores transmiten valores de vida, a la creación de ese sentido de lucha, del nunca rendirse, a los contactos personales –socialización- que ayudará a abrir puertas. Ese núcleo familiar es un apoyo vital en el desarrollo de un emprendedor.

Tania es muestra fidedigna de lo descrito. Ella indica haber recibido en todo momento y de diferentes formas el apoyo de su familia y de su esposo para iniciar y dar continuidad a la empresa, a su sueño, a lo que siempre había querido tener.

Gracias a ese apoyo Tania pudo enfrentar los obstáculos relacionados con los permisos y trámites para la apertura del Instituto, pudo levantarse de un quebranto anímico y económico, llevando éste último a retrasar los planes de tener su propia empresa.

Sin quitar el dedo del renglón, Tania García trabajó por algún tiempo como maestra en escuelas de primaria, en una guardería y como enfermera en un hospital. De ésta forma y con un pequeño préstamo, avanzó con pasos certeros, sin aleaciones en sociedad, sin asesoramiento de nadie, haciendo labor investigativa de los procedimientos fiscales, operativos, legales y demás, hasta llegar ese día anhelado: mirar funcionando la empresa.

Instituto Mi Dulce Hogar representa la entrega total que su fundadora emplea para con sus niños.
Con su labor, ha logrado consolidar al Instituto en un lugar confiable, agradable y feliz. Tal vez sacrificará su tiempo pero, en propias palabras de Tania, la mayor recompensa que tienen es ser querida por los niños (as) y los padres valoren, recomienden y se sientan a gusto con la atención y servicios brindados.

Tania impregna responsabilidad superlativa con el cuidado a los niños, en la enseñanza. La dedicación le ha permitido desarrollar cualidades como afinar la observación, comunicación, negociación y la labor de facilitador.

A su joven edad, nuestra emprendedora reconoce el valor del respeto como uno de los elementos esenciales para congraciar todo tipo de relación: con los niños, padres, pero sobre todo con sus trabajadores. A su cargo se encuentran cuatro personas con quienes mantienen una estupenda relación no solo laboral, también de compañerismo, amistad y de confianza.

Orgullosa de su empresa Tania ha alcanzado la independización económica y profesional, la satisfacción que pocas personas pueden presumir, la coronación de un gran esfuerzo: darse a conocer por la recomendación de los propios padres sin necesidad de publicitarse.

Ninguna persona me dejará mentir, poner a nuestros hijos en manos de un desconocido, es la peor angustia que un padre puede sufrir. Tan solo pensar en cómo puedan estar tratándolo, en que pueda estar sufriendo abusos o discriminación, en que le estén dando una adecuada alimentación, enseñanzas, que lo estimulen como individuo y futuro estudiante, son algunas de las interrogantes que recorren nuestra cabeza. Esas dudas son disipadas, tal vez no al principio sino conforme transcurren los días, conforme nos damos cuenta del bienestar y la alegría con la que los pequeños corren a nuestros brazos después de haber pasado el día en el instituto, después de ver su sonrisa al saludar a sus maestras. Esa actitud es la mayor prueba de estar siendo tratados correctamente.

Tania García reconoce que aunque su empresa se encuentra estable y en crecimiento, explica que la única forma de afrontar cualquier problema es con la paciencia y siendo responsable. Ambos valores corren por la sangre de Tania García Martínez o lo que es lo mismo, son parte del Instituto Mi Dulce Hogar. En una anécdota, la fundadora consideró poderle haber puesto a su empresa algún nombre de un personaje emblemático de nuestro país o del contexto pedagógico, sin embargo, ningún otro nombre expresarían el verdadero sentimiento de los niños al encontrarse ahí, en el Instituto, en su segunda casa, en su segundo dulce hogar.

Tania, repito, no solo está dedicada al cuidado de los niños, al estar pendiente de su alimentación, salud, crecimiento físico y aprendizaje; ella, junto a su equipo de colaboradores, crean sueños, crean seguridad, generan amor, trabajan para fomentar valores en los pequeños individuos, trabajan directamente en vigorizar la sociedad entregando una nueva generación de personitas.

Debemos pensar que si esta labor de educar, en conjunto, maestro y padres de familia, no es cumplida; si esta primera familia –padres/familia- y segunda familia –maestros- no trabajan en fortalecer la sociedad cuyo corazón son justamente las familias, eso podrá repercutir negativamente en la cultura emprendedora.[1]

Tania representa al Instituto Mi Dulce Hogar, ella no solo ocupa la labor pedagógica, se involucra emocionalmente con amor a las niñas y niños que asisten a su escuela, se compromete con los padres en la educación de los infantes, contribuye con agrado en el desarrollo de futuros emprendedores como estrategia de cambio en el país, y eso, la hace sentir orgullosa, contenta y segura de sí misma.

Tania García Martínez es fundadora de Instituto Mi Dulce Hogar, lleva una carga importante al moldear individuos que construyan una mejor sociedad. Esa carga se aminora al impregnarle amor, paciencia, responsabilidad y eficiencia.


Tania también es emprendedora.




Biografía:

Tania García Martínez nació el 20 de Octubre de 1989 en el Distrito Federal.
Curso la carrera técnica de enfermería y se graduó como Licenciada en Pedagogía en la Universidad del Golfo de México.
Actualmente no cursa ningún diplomado ni pertenece a alguna organización, sindicato o asociación.

Instituto Mi Dulce Hogar fue fundado en junio de 2012.


Misión: Brindar a los niños y niñas un servicio de calidad donde reciban un cuidado integral que estimule al máximo su desarrollo educativo.

Visión: Convertirse en un instituto educativo más competitivo y demandado de Oaxaca.

Ofrece: Servicio de guardería de 8 de la mañana a 7 de la tarde.
Servicio de Alimentación, Servicio Médico, Psicológico y Pedagógico.
Compite con guarderías de SEDESOL y sector privado. Ofrece descuentos y promociones en el ingreso de más de dos niños

Sostiene valores de Amor, Respeto y Honestidad.

Datos de Contacto

Dirección Calle Libertad, Colonia San Martín Mexicapam.
Teléfono 951 123 4487
Facebock Instituto Mi Dulce Hogar.


Consejos de Emprendedor a Futuro Emprendedor:
  • Si cualquier persona está segura de lo que quiere, debe de actuar con paciencia y responsabilidad.


Agradecemos a Tania García por su amable y atenta participación en éste proyecto.

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